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lunes, 31 de diciembre de 2012

El principio de un fin y el comienzo de un lejano final. Bienvenido 2013.


Cuan líquido es el tiempo, o la concepción abstracta que el ser humano ha creado, tan frágil, tan intocable, tan literalmente instantáneo.

Son 365 días, de 24 contantes y sonantes horas, todo un año transcurre impregnándose de memorias, excelentes ratos, difíciles despedidas, duras caídas; en fin se llena de vida. El tiempo, constituye un aspecto en común en todo ser humano y alma que gravita en la tierra: la obsesión por controlar su inexorable marcha.

Cuántas distintas maneras ha derrochado la imaginación para "controlar" lo inevitable. Desde tratar de encerrar cada segundo, anunciado por un característico tic-tac, en un reloj carísimo que luce en la muñeca de alguien y además, hace una especia de rima visual con el resto de la vestimenta del portador; hasta crear cremas que borran las líneas de los rostros, líneas que son testigos irrefutables de las veces que nuestra imagen se ha acomodado para expresar desde la máxima felicidad, dibujando una comillas en una cita muda, pero lo expresiva de la sonrisa, hasta las ocasiones que hemos tenido que luchar contra la infinita tristeza que se nos escapa por los ojos.

Es así, tan irónico como el tiempo, en teoría no existe, nadie lo ha visto en sí, pero somos esclavos de él y de los rastros que deja.

En un simple minuto se puede vivir lo más extremo, lo más irrelevante. Bastan unos segundos para despedirse de éste mundo, para que nuestro cerebro libere las dosis en las sutancias correctas paraque logremos sentir el amor, para vivir el más cruel desastre y, tan sólo basta el cambio de las manecillas del 11:59 a 12:00 para saber que un nuevo año comienza y que la significancia de ésto radica en que la mayoría de los mortales, depositan su fé, sus esperanzas, aspiraciones y mejores deseos en éste nuevo comienzo, en tres simples palabras: una nueva oportunidad.

Es típico, inevitable e incluso molesto, en algunas ocasiones, que éstas épocas decembrinas traen a muchos nostalgia y profunda reflexión (tenemos complejo de contador o administrador) ya que es el momento, hacer un corte y un balance sobre lo que aprendimos y aprehendimos.

Personalmente creo que es lo más sano y necesario, y no puedo evitar hacer éste tipo de balances desde mi perspectiva sociológica.

El mismo paso del tiempo ha repercutido en el desarrollo de la sociedad en general, y de sus formas de relacionarse. Son causas de ésto: la tecnología, las nuevas formas de socialización e interacción, los nuevos estilos de vida, nuevas necesidades y demandas y en general, un mundo más materializado y banalizado. Es decir, dar y recibir regalos, a lo largo de la historia de la humanidad, siempre ha tenido un significado de agradecimiento, lo que se ha ido transformando son los significados y significantes (en terminología muy al estilo de F. Saussure). Previo al boom de la tecnología e internet, lo común era regalar un objeto material, el cuál tiende a tener mucho mayor valor de significancia cuando se invierte una mayor cantidad de dinero en él. Mucho antes de la tecnología virtual y digital, los regalos implicaban una elaboración de quién regalaba, la significancia de éstos podía derivar de cuán complejo fuese el regalo, de la belleza que proyectará o el trabajo manual que estuviera detrás de la creación. Para visualizar mejor esto, imagínen regalar un anillo con un diamante que se value en millones de dólares a un simple anillo; es más fácil que se cree un vínculo más intrínseco entre lo que tiene mayor valor monetario a aquello que tenga un valor sentimental.

Mi punto es que, la sociedad en general, tiende a relegar a segundo plano de significancia (o importancia) lo que está determinado por un valor sentimental. Aprender que en realidad el aspecto sentimental es mucho más sincero, es un reto.

Sin pretender caer en clichés de tipo marxistas, es una verdad irrefutable que, en la actualidad es muy difícil aprender a valorar los pequeños detalles. En éste mundo capitalizado hasta las pestañas y globalizado hasta el último rincón, es casi épico que se reciba una carta como regalo y agradecimiento, y mucho mayor aún, que se regale una carta.

¿Qué elige la psyche humana o la cómodidad práctica? Por supuesto implica mucho menos tiempo y creatividad comprar una botella de un buen whiskey  y adornarla con un moño que escribir una carta dónde le cuentes a esa persona todo lo bueno que ha traído a tu vida. Por supuesto, existe la posibilidad de que a quién le vas a regalar aprecie mucho más, una botella de un buen escocés que, una carta.

No es mi intensión decir que, toda la gente que habita el planeta y converge a nuestro al rededor es así, pero sin duda creo que es, prácticamente una cualidad humana invaluable, que el humano sepa apreciar más, algo que sale directo del alma a algo que sale directamente de tu billetera.

El tiempo y lo material de la vida, son una constante de la rutina humana, de la misma manera son enormes vendas que impiden ver lo que existe más allá de la obsesión que nos generan, son una enorme barda entre el límite de la infinita inconformidad por la falta de tiempo o la falta de lo material y el límite de la plenitud y el hecho de alcanzar no la conformidad con lo que tenemos, sino la simple paz espiritual.

Perdón si algún día te regalo algo que salió directo de mi alma y tu esperabas algo que mi magra billetera pagará, pero soy un ser humano que cree que vale más que te escriba en una buena rima, todo lo que haz significado en mi vida.


domingo, 8 de abril de 2012

La concepción feminista desde Marianne Weber y la teoría de Max Weber.

Teoría Sociológica Clásica II
La concepción feminista desde Marianne Weber y la teoría de Max Weber.

Introducción.
Para la historia de la teoría sociológica, la gran figura de  Max Weber, representa un  hito  que trasciende  las épocas y es referente inevitable  en el mundo de la ciencia social por la calidad de su trabajo, la importancia de sus legados  y porque a pesar de haber vivido entre los siglos XIX y XX sus teorías se aplican a los conflictos de la actualidad, hecho que lo convierte en clásico. Pero, ¿Con qué frecuencia se analiza lo que hay detrás de personajes como estos? No sólo su contexto histórico, que sin duda alguna también es muy interesante, sino el aspecto de sus vidas personales; ¿Qué conflictos existenciales y personales  habría ocurrido paraqué  Weber escribiera ‘’Economía y Sociedad’’? ¿Qué pudo ser aquello que trastocará lo suficiente en su psyche para lograr crear un libro tan completo e importante cómo ese?
En otro ejemplo el caso de Georg  Simmel, ¿Qué lo habrá llevado a determinarse escribir un libro como ‘’Sobre la aventura’’ y dedicar todo un capítulo sobre la ‘Cultura femenina’ y muchos otros textos dedicados a los conflictos de género sexual?
Un ejemplo más contemporáneo, Bourdieu, tal vez un poco influenciado por las tesis de la dominación de Weber, se enfoca a ‘’La dominación masculina’’. ¿Qué habrá llamado la atención de este sociólogo francés, sobre el poder predominante del hombre sobre la mujer, a nivel histórico y francés?
Preguntas que nos pueden dar idea del camino por el cuál fluyo la ciencia social, que sin duda alguna, puede tener alguna inspiración subjetiva pero dar resultados objetivos.
Este trabajo no pretende divagar en las grandes teorías de  personajes como estos, ni hacer una paráfrasis de las mismas, el objetivo principal es analizar el desarrollo del movimiento feminista correspondiente a la época de la vida de un matrimonio importante para el periodo de pre-guerra  en Alemania, el impacto con el desarrollo histórico de este país  principalmente y también desde la cosmovisión de otras figuras públicas importantes, de activistas feministas del momento; mujeres que al parecer, no cobran suficiente relevancia para la sociología general.
Ya que Weber no dedica sus estudios específicamente al problema de la dominación masculina, la liberación feminista o algo similar a estos puntos nodales sólo se tomará en cuenta la información que se pueda extraer de su trabajo de: ‘’Sociología de la dominación’’ y que sea pertinente a este ensayo.
También  se presentarán algunos datos históricos que permitan vislumbrar el contexto en el que vivieron, ya que tiene éste tuvo gran repercusión en  sus vidas  y por supuesto, en el movimiento feminista, no sólo Alemán sino también a nivel mundial.

Contextos Históricos.
Sobre las fechas exactas del inicio de los movimientos feministas, existen innumerables discrepancias debido a que algunos datos indican nombres de importantes activistas, así como de sus tesis y publicaciones a partir del siglo XIX y otros nos muestran que se tiene información de las primeras protestas desde los tiempos inmediatos a la revolución francesa. Libros de historia como ‘Historia Universal’ de Gloria M. Delgado Cantú ubican que los primeros movimientos reconocidos fueron posteriores al fin de la primera guerra mundial, en el año de 1918.
‘’Estas organizaciones obreras eran semejantes a las que se habían formado antes de la guerra, pero una de ellas constituía una novedad, producto directo del gran conflicto armado: el movimiento feminista, que surgió como consecuencia de la incorporación de la mujer al trabajo industrial para suplir la ausencia de los hombres enviados al frente’’ [1]
Sin embargo pude hallar otro artículo que cita nombres como Mary Wolstonecraft, con su tesis de ‘’Vindicación de los derechos de la mujer’’ publicado en el año de 1792 y Olimpe de Gouges, quién publica en el año de 1791 ‘’Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadanía’’. Estos nombres pertenecen a la etapa denominada: Primer Ola, del feminismo ilustrado y la revolución francesa.
La historia de este movimiento debe entenderse y categorizarse mediantes periodos de tiempo indefinidos llamados ‘Olas’ pero que son identificados por su época, cambios, transformaciones y avances ideológicos. Hasta el momento se pueden citar tres olas.
No es imprudente pensar que incluso tiempo antes de la revolución francesa ya se hayan gestado o manifestado algunos síntomas de ideología feminista, pues la discriminación y subordinación de la mujer ha existido  desde siempre, sólo que los primeros pasos de la evolución del pensamiento no habrían sido suficientes para trastocar  las almas subordinadas del sexo femenino  y lograr prender esa mecha que llenará de valor, a diferencia de los esclavos y trabajadores explotados.
La segunda Ola es llamada: Feminismo liberal sufragista. Este periodo es de mucha mayor actividad, más organizado y con mayor impacto a nivel mundial por la divulgación que alcanzó a hacer eco en distintos puntos del planeta, pero principalmente en Europa. Además de que el feminismo consiguió mayor número de adeptas y adeptos también se hizo de múltiples enemigos y férreos opositores, muchos de ellos tan reconocidos como Hegel, Schopenhauer, Kierkegaard y Nietzsche.
‘’El primero en abordar la reconceptualización de los sexos fue Hegel, que en la
Fenomenología del Espíritu explicó que el destino de las mujeres era la familia y el de
Los varones el Estado y además éste no podían contradecirse.

Schopenhauer añadió que el sexo masculino encarna el espíritu, mientras que la
naturaleza es el sexo femenino y que la continuidad en la naturaleza es la
Característica fundamental en la naturaleza. Esto es, lo femenino es una estrategia de
La naturaleza para producir ser. ’’[2]
En esta segunda ola, donde se suscitan hitos históricos sumamente difíciles para la humanidad, en las primeras décadas del siglo XX, 1914 exactamente comienza la primera guerra mundial. Puede ser extraño decir que este hecho dio fuerza y podría incluso afirmarse que fue un trampolín para las feministas, pues al ser los varones enviados a los ejércitos de combate las mujeres debieron ser incorporadas al sistema industrial y económico de los países en guerra para evitar que éstos cayeran en crisis financieras. Esto fue un impacto para las mujeres, incluso aquellas que no estaban tan apegadas al movimiento  feminista, pues el simple acto de poder incorporarse al trabajo en las fábricas, en las empresas, editoriales, medios de comunicación etc., el saber que el hogar y la familia ya no eran sólo sus únicas opciones en la vida, fue una inyección anímica para todas, sin lugar a duda.
Así las mujeres, siendo líderes de la economía, comprendieron que debían proteger sus nuevos puestos y además podían demandar las mismas garantías que les eran otorgadas a los hombres. Estando en guerra, los gobiernos de los países debieron otorgar las peticiones que las mujeres demandaban. Así fue como los primeros objetivos y logros comenzaron a ser conquistados y este fenómeno duró hasta la época de posguerra de 1945.
Uno de los recursos utilizados para llamar a las mujeres a integrarse al mercado industrial y laboral se hizo muy famoso; fue creado por el Westinghouse durante la segunda guerra mundial. La famosa imagen de ‘Rosie la remachadora’ o por su título en inglés ‘We can do it’. Lo que intentaban reflejar era que no necesariamente debían dejar  de lado su feminidad para poder trabajar en las grandes industrias. Esto nos habla de la tremenda situación de crisis que pasaba Estado Unidos y la necesidad de crear publicidad de este tipo para atraer a las mujeres a trabajar y evitar la banca rota de su economía.
Para las feministas de esta segunda ola, los objetivos eran más complejos que la lucha de la desigualdad sexual, se anexaron otros tales como, el derecho al voto, el libre acceso a los estudios superiores, igualdad en derechos civiles, compartir la patria potestad de los hijos y salarios iguales para los trabajos.
En el año de 1949, comienza a sonar uno de los nombres actualmente más reconocido y representativo del feminismo en general: Simone de Beauvoir, con su tesis de ‘’El segundo sexo’’.
Para cuando terminó la segunda guerra mundial, el movimiento ya había cubierto muchos objetivos en toda Europa, las mujeres ya estaban totalmente integradas al mercado laboral, se seguía luchando por la desigualdad y la opresión pero los algunos gobiernos y medios de comunicación intentaron alejarlas de los objetivos logrados, se intentó sabotear a las organizaciones feministas de muchos modos, pero no lo lograron.
La tercer ola comienza aproximadamente en los años 70’s aunque algunas fuentes indican que es desde el año 1968. Este tipo de feminismo ya es mucho más consolidado, con una gran presencia en casi todo el mundo pero también con varias divisiones dentro del mismo. Betty Friedan es parte de éste, con su reconocido artículo de ‘’La mística de la feminidad’’ el cual fue publicado en 1963 pero es algún tiempo después que cobra una relevante importancia.
Las divisiones en las que se fragmenta el movimiento inicialmente con dos: Feminismo liberal y Feminismo radical.
El primero define la situación de la mujer como una desigualdad frente al varón no una de subordinación y opresión. Su principal protesta era la exclusión de la mujer del ámbito público. El segundo era la antítesis del liberal. Dentro de este mismo radicalismo se fundan dos corrientes, las políticas y las feministas. Las políticas sostenían que la opresión de la mujer era una consecuencia del capitalismo, por lo que se consideraban una corriente de izquierda. Por el contrario las feministas decían que los hombres eran los beneficiados de esta subordinación y no se consideraban de izquierda ni tenían tintes políticos. Para este momento que se publican: ‘’Política sexual’’  de Kate Millet y ‘’La dialéctica de la sexualidad’’ de Sulamit Firestone en 1970.
Años más tarde en Estados Unidos el feminismo radical evoluciona a ‘feminismo cultural’ El cuál es una exaltación de lo femenino, por lo que condenan la heterosexualidad acudiendo al lesbianismo, con el argumento de no contaminar el género.
Nuestros autores, Max y Marianne Weber y Georg y Gertrude Simmel viven en la segunda ola, por lo que es pertinente a este ensayo enfocarnos a partir de este periodo hasta las consecuencias del mismo, las cuales serán citadas en la conclusión.
Marianne Weber (1870-1954)
Observar tan sólo el periodo de vida de Marianne nos remite a hacer un rápido recordatorio de los hechos históricos que formaron parte de su vida y se fueron anclando en su memoria, aunados a esto el emblemático lugar donde residió.
El libro que se utilizó para ver la relación de Marianne con el feminismo fue: ‘’Biografía de Max Weber’’ el cuál es de su autoría. A pesar de que el título nos pueda pre mentalizar a que es un escrito que se ciñe totalmente a la vida de este sociólogo, deja entrever su vida en matrimonio y por supuesto su relación con su esposa. En la edición de este libro (los datos de la bibliografía serán debidamente citados en el apartado final.) Guenther Roth agrega un apartado que es de suma utilidad para el ensayo, a partir de él citaremos lo concerniente a Marianne.
Marianne fue de las primeras universitarias de su generación sin embargo ella y muchas de sus amigas políticas liberales fueron férreas defensoras de una ética conservadora y otras mujeres también allegadas a ella decidieron optar por la ‘nueva ética’ (la política de liberación sexual anterior a la Guerra Mundial)
Por muchas razones afirmo que el feminismo Alemán fue algo muy particular, por distintas razones, una de ellas, que consideraría la más importante en comparación, por ejemplo, con el feminismo de los Estados Unidos es que las alemanas siguieron una estrategia diferente y podría decirse que más efectiva:
‘’ En parte que varias de estas mujeres fueron hijas o esposas de varones poderosos, el movimiento feminista alemán siguió casi siempre una línea de cautelosa reforma en lugar de abierto desafío para conservar el apoyo estratégicamente importante de los hombres’’[3]
En uno de los trabajos más reconocidos e importantes de Max, ‘Economía y Sociedad’ podemos encontrar que le dedica una buena parte de su estudio a la condición histórica de la mujer:
 ‘’El extenso estudio histórico pretendió ser una introducción para mujeres y hombres no interesados en la estructura lógica, sino en la significación práctica de las normas legales para la condición de la mujer: enfoque sociológico que Weber después adoptó para su capítulo sobre el derecho en Economía y Sociedad’’
Marianne Weber por su parte, se enfoca en hacer un ataque al sistema del patriarcado. Para este momento de la historia en Alemania se aprueba un nuevo código civil en 1900, en donde se conservaban los privilegios del marido sobre la mujer, mientras que a ella tan sólo se le otorgaban algunos derechos de agencia legal. Previo a la crítica a este código civil, Marianne se ocupa de analizar muchas teorías matriarcales comenzando por Bachofen y pasando por Engels.
Para ella el matrimonio legítimo era el resultado de un largo proceso debido a que las mujeres tenían la gran preocupación de que sus hijos fueran reconocidos legítimamente al igual que las esposas mismas; el matrimonio como una garantía y una forma de protección para ellas mismas. Tan importante era la figura del matrimonio legítimo como tanto despreciaba el exceso de la misma, es decir que el marido ejerciera opresión a la esposa, Marianne proponía una igualdad:
‘’Planteemos una vez más nuestro argumento  contra el ideal de patriarcalismo que hizo nacer nuestras leyes matrimoniales, resumiendo las consecuencias generales éticas y psicológicas que tienen que resultar para la mujer y la vida conyugal si el esposo en realidad ejerce su autoridad legal sobre la persona y la propiedad de ella, haciendo así del predominio del deber, y sin embargo, a menudo, sin la magnanimidad exigida por Fichte…[La subordinación] disminuye no sólo la felicidad de la mujer, sino también el valor ético de la relación conyugal…Si, según el principio de autoridad, los deseos subjetivos del marido se vuelven órdenes, a la mujer no le queda mucho que ofrecerle de ‘’amor libre’’. La educación mutua en egoísmo va desapareciendo, todas esas tareas internas que la vida conyugal renueva diariamente y que la hacen tan maravillosamente satisfactoria al enfrentarse a los retos pueden darse, más y más, por sentadas’’[4] 
EL trabajo de esta feminista fue criticado por otro de los más notables sociólogos de la historia, Emile Durkheim, él centro su crítica en la postura frente a la familia patriarcal de Marianne. Durkheim dice que el patriarcado no tenía subordinada a la mujer sino que por el contrario exaltaba la importancia de la misma por su función en el hogar y que de este modo la ponía en un nivel igual al hombre. Él estaba de acuerdo con ella en ciertos puntos, pero difería tajantemente su idea del ‘divorcio por mutuo consentimiento’, argumentaba que tentaba la unión orgánica de la familia, pero había algo más que el sociólogo no podía concebir: El individualismo ético de Marianne, que no era más que la exigencia de igualdad legal en el matrimonio. Según Emile, era una falta de respeto hacía el ambiente religioso que un hogar inspira.
Personalmente siempre he creído que argumentos como el que en este caso Durkheim alega, pierden total sentido y razón de ser dejando toda explicación a lo sagrado, alejándola del conocimiento científico.
Friedrich Paulsen, otro de los personajes primordiales del establishment  educativo tanto francés y alemán, crítico el trabajo de Marianne. Paulsen argumentaba:
‘’Así como Durkheim la había considerado una ‘terrible simplificadora’, Paulsen la consideró impráctica. Concedió que él no podía prevalecer sobre ella en cuestiones de conciencia, pero apeló al statu quo, a la buena disposición de la mayoría de las mujeres a subordinarse’’[5]
Esto respecto a la propuesta de Marianne sobre el derecho de toma de decisiones tanto para el marido como la esposa, que era lo que Paulsen considerable inviable, tomando como base algo similar acontecido en el reino de Polonia, de aquel tiempo.
Al igual que con el movimiento feminista, que ganaba  adeptos y adeptas, que se hizo de muchos opositores, algunos más radicales que otros, le ocurrió a Marianne. Sus opositores personales como los antes mencionados Paulsen y Durkheim reconocían su espíritu moderado pero discrepaban con su ideología de igualdad en el matrimonio. Es importante indicar que no sólo tuvo tan reconocidos críticos opositores, también otro sociólogo como Georg Simmel encontró más empatía con sus ideales, aunque no podría definirse como simpatizante de una posición ideológica feminista u opositor pues tenía periodos donde parecía estar de acuerdo y otro donde podía deducirse que estaba en desacuerdo:
´´Como es bien sabido, Simmel consideraba que ‘la tragedia de la cultura’ se hallaba en el hecho de que la acumulación general de conocimientos y de artefactos superaba a la capacidad humana para seguir el ritmo de esta expansión: ‘cultura objetiva’ corría más rápidamente que la ‘cultura subjetiva’. Así la creatividad del hombre era esencialmente contraproducente. Simmel aprobaba los esfuerzos de las mujeres modernas por mejorar su cultura subjetiva. Pero la cultura objetiva era, principalmente, producto de la externalización varonil, mientras que la cultura femenina estaba contenida en sí misma. Por tanto, la objetivación de la naturaleza femenina era una contradicción de términos’’[6]
Pero a pesar de las contradicciones y bipolaridades de Simmel sobre su postura respecto al movimiento feminista, los trabajos, ensayos, artículo etc., sobre lo femenino son de gran relevancia.
Existía una constante de la que me pude dar cuenta, muchas mujeres que publicaban sus estudios o artículos acostumbraban poner como firma un pseudónimo y no su nombre real. Un ejemplo, Gertrude Simmel, las esposa de Georg Simmel, cuyo seudónimo era ‘Marie Luise Enckendorf.  No logré encontrar el porqué de esto en todos los libros que leí y en la información que recabe, pero deduzco que podría darse debido al temor por la represión a la que podían hacerse acreedoras por desafiar los sistemas patriarcales o por ser señaladas y condenadas dentro de la sociedad, ya que muchas de ellas eran algo similar a una figura pública.
Como ya se había citado anteriormente el feminismo de Marianne era moderado, pero este tipo de feminismo no era el único en su época, ya existía también otra corriente más liberal. Esta podía percibirse encarnada en una de las reconocidas opositoras de Marianne: Charlotte Perkins Stetson (1860-1935) mejor conocida como C. P. Gilman. Ella era partidaria de una independencia económica total. Lo que la señora de Weber refutaba de esta idea era que era imposible remplazar a la madre que se encarga del hogar por la esposa que trabaja.
Concretamente a la vida personal y matrimonial de Marianne Weber me ha dejado impactada, incluso ahora sigo sin entender fue posible lo qué paso en la relación marital de esta pareja y a pesar de todo esta esposa literalmente abnegada pasará por alto estos incidentes y amará a su esposo hasta el final de su vida y más allá del tiempo.
En este mismo prólogo de la biografía, encontré que Max tuvo una relación extramarital con una ‘amiga’:
‘’Marianne apenas revela lo que acaso nunca haya comprendido por completo: el triángulo entre ella, Max y Else Jaffé-von Richthofen (1874-1973, quién fue su querida ‘amiga fraternal’, pero también la amante de Max al final mismo de su vida. Marianne tampoco hace ninguna insinuación del tercer triángulo, entre Max y Alfred Weber (1868-1958, los perpetuos hermanos rivales, y Else, por cuya atención y afecto competían. Al final, es la solidaridad de las mujeres entre sí, Helene y Marianne, Marianne y Else, con otras varias mujeres a los largo de toda una vida de leal amistad, la que triunfa sobre el dilema ético y la fragilidad humana’’
No sé si sea una cuestión ética o perdonar para tener nuestra alma en paz, pero sigo impactada de la fortaleza de esta mujer por haber perdonado de esta manera y haber cuidado a su marido hasta el final de su vida, haberle sufrido mucho tiempo después, haber hecho un magnífico trabajo de recopilación de documentos e información para escribirle su biografía, haber perdonado a la mujer con la que su esposo la traicionó y además haber entablado una relación amistosa la cuál fue de importancia trascendental pues Else Jaffé pues ella estuvo a lado de Marianne cuando Max murió y 34 años más tarde estuvo con ella en sus últimos momentos de vida.
Lo que me parece irónico es que Marianne siendo una activa feminista moderada que veneraba la importancia de la familia, haya vivido la infidelidad de su amado esposo y no se lo haya incriminado.
Max Weber (1864-1920)
Un teórico social que dedicó su vida a los aspectos económicos y sociológicos en un análisis histórico y mundial. Su obra es sumamente extensa y completa, pues además tenía el ingenio de combinar los aspectos de la economía y sociología haciendo así un trabajo más complejo. El periodo en el que Max vivió sin duda alguna tuvo una enorme repercusión en sus trabajos, tal afectación puede observarse incluso en algunas notas al pie de página de ‘’Economía y Sociedad’ que tiene la especificación de ciertos fragmentos fueron escritos antes de la primer guerra mundial.
Un aspecto no deja de llamar mi atención, teniendo en cuenta que su esposa era una reconocida intelectual de la época simpatizante y activista del  movimiento feminista (de postura moderada) ¿cómo no dedicó al menos alguno de sus artículos a este fenómeno? Reflexionando esta situación, hubiera sido muy interesante que Max sobreviviera con suma lucidez hasta la década de los 30’s; posiblemente de esa manera hubiera vivido la incorporación de la mujer al mercado laboral e industrial, debido a la ausencia de los hombres que estaban en los frentes de batalla, habría podido estudiar el impacto económico y seguramente habría dedicado alguna tesis al movimiento feminista.
Dentro del libro de ‘’Economía y Sociedad’’ está el capítulo de ‘Sociología de la dominación’ dentro de este mismo hay un apartado el cuál está dedicado a ‘Dominación patriarcal y patrimonial’ de éste serán extraídas algunas citas que se denotan un poco su posición y definiciones sobre el feminismo y otras que pueden aplicarse a los preceptos del mismo.
Al inicio del capítulo de ‘Sociología de la dominación’ se encuentra una breve y general descripción de dominación:
‘’En su concepto más general, y sin hacer referencia a ningún contenido concreto, la ‘dominación’ es uno de los más importantes elementos de la acción comunitaria’’ y también una cita más adelante que dice: ‘’…la dominación es un caso especial del poder’’[7]
Esta definición puede aplicarse al conflicto de los géneros. Desde tiempos muy remotos en la línea del tiempo la mujer  ha estado en una posición de desventaja frente al hombre, esto se ha atribuido a la superioridad de la fuerza física y con el paso de los años a otras situaciones como la inferioridad intelectual, por mencionar un ejemplo. La inmensa mayoría de los hombres se han aprovechado de esta ‘inferioridad’ y han mantenido a la mujer doblegada a la dominación masculina. Este es un efecto que se puede observar en distintas épocas y diferentes sociedades, con algunas variaciones como tener un poder sobre la mujer, por ejemplo, cuando los padres deciden con quienes se casarán sus hijas sin importarles la voluntad de ellas. Son utilizadas como una garantía de una ventaja. Otra variación es la cosificación de ellas, cuando solamente son vistas como el medio de reproducción y preservación de su sangre, algo que ejemplifica esto es la época medieval, Enrique XVIII que fue famoso por la cantidad de esposas y que tuvo, no por un afecto o cariño sino por las búsqueda de una mujer que logrará engendrar un hijo para él y además fuera un hombre que pudiera ser el digno heredero de su reino.
La acción de la dominación sobre la mujer, sin duda alguna es una acción comunitaria y una forma que ha provisto de poder a los hombres.
Hay otro fragmento que explica el efecto del poder: ‘’En el sentido general de poder y, por tanto, de posibilidad de imponer la propia voluntad sobre la conducta ajena, la dominación puede presentarse en las formas más diversas’’[8]
Es claro que el poder es una cualidad que no cualquiera puede tener, pues la fuerza  y responsabilidad que conlleva es difícil de controlar, tantos personajes históricos nos ha relatado la historia que han tenido una inmenso poder, de todo tipo desde poder político hasta ideológico que no han podido manejarlo sin haberse vuelto locos, odiados y déspotas. Lo mismo sucede con los hombres y el poder sobre las mujeres, sino ¿De qué modo podría pensarse que un padre case a su hija por la fuerza con un hombre que le dará a cambio, dinero, terrenos y poder? O una situación muy típica en varios países tercermundistas, que los hombres maten a sus esposas por un ataque de celos enfermizos y que después los homicidas argumenten que fue por un incontrolable ataque de ira o por equivocación por que se encontraban muy ebrios. ¿Cómo es posible tal magnitud de insensibilidad humana?
Ahondando más en la cuestión feminista usaremos la siguiente cita: ‘’Como ha ocurrido eventualmente, se pueden, por ejemplo, concebir los derechos que se conceden a uno o contra otros como una facultad de dar órdenes al deudor y, por lo tanto, se puede concebir todo el universo del derecho privado moderno como una descentralización de la dominación en las manos de los que están ‘autorizados’ legalmente’’
Respecto a esto yo plantearía una pregunta a los hombres machistas: ¿Qué o quién les dio la facultad de la superioridad sobre la mujer? Esta debe ser una pregunta que seguramente  ha resonado una buena cantidad de veces en las cabezas de muchas mujeres que han pugnado por la igualdad y la liberación sexual. Como ya se había expuesto en el apartado de Marianne, algunos argumentos como el de Durkheim pierden validez y lógica al dejarle todo a lo  intangible, invisible e inexplicable por la ciencia, cuando relegan sus explicaciones básicas a lo religioso. Pero hay un lado más dramático y doloroso, aquel donde en algunos países tienen plenamente expuesto en sus leyes el derecho de supremacía del hombre sobre la mujer, caso más conocido por países del medio oriente y de religión musulmana.
Lo anterior sería la dominación vista desde un aspecto macro, pero también hay opresión de la mujer en sus propias casas, ya sea padres, maridos o hermanos. Weber lo ilustra así:
‘’Por una parte, la dominación mediante una constelación de intereses (especialmente mediante situaciones de monopolio); por otra, mediante la autoridad (poder de mando y deber de obediencia). El tipo más puro de la primera forma es el dominio monopolizador de un mercado. El tipo más puro de la última forma es el poder ejercido por el padre de familia, por el funcionario o por el príncipe’’ [9]
Encontré otro fragmento del escrito de Weber, que me recordó inmediatamente uno de los preceptos de las feministas de la segunda ola: ‘’Vivimos en un mundo estructurado por hombres’’  Que quiere decir que debido a que la mujer estuvo relegada a un segundo plano durante mucho tiempo del desarrollo de la historia no se hizo participe del mismo y por eso existen cosas que eran exclusivas para los hombre, los deportes por ejemplo tanto desde sus inicios romanos como la reinauguración de los olímpicos con Pierre de Coubertain, dónde la participación de la mujer era mínima o nula, pero poco a poco se fue diversificando su participación, sin duda ha sido más difícil lograr tener aceptación en deportes como lucha o futbol americano.
‘’La dominación patriarcal (del paterfamilias, del jefe del pueblo o del ‘padre de la patria’) no es más que el tipo más puro de la dominación tradicional’’[10]
Más adelante Max exhibe el hecho de la autoridad patriarcal dentro de la familia, según la historia: ‘’Para todos los que están sometidos a la autoridad familiar, es la convivencia personal, permanente y específicamente íntima dentro del hogar, con su comunidad de destino externa e interna. Para la mujer, es la superioridad normal de la energía física y espiritual del hombre’’[11]
Con estos pequeños fragmentos de este libro de Weber nos podemos dar cuenta que a pesar de que no dedicó un estudio completo y profundo al parecer mostraba una postura neutra frente al movimiento de liberación sexual.
Conclusión.
El trabajo de Marianne Weber era de suma importancia, tal vez no con la misma fama que el de su esposo Max Weber, pero sin duda muy trascendental y sin embargo es un trabajo que está perdido solo al alcance del interés de los curiosos y feministas.
El feminismo como tal no debe ser motivo de extremismos y ni conflictos, sino al contrario de reflexión tanto de hombres como mujeres, lejos de las luchas sexistas el maltrato, la opresión y subordinación de las mujeres es un hecho real con el cuál no se ha terminado, la lucha se comenzó hace muchos años atrás pero aún en este tiempo ‘’moderno’’ existen lugares donde se siguen llevando a cabo prácticas discriminativas e incluso feminicidios injustificados.
No es cuestión de superioridad del uno sobre el otro, llegar a caer en posturas radicales es muy fácil pero paradójicamente es estar en igualdad de circunstancias. No es un objetivo pasar de un machismo generalizado a un feminismo generalizado, sino encontrar la igualdad, el equilibrio.

Bibliografía:
1.    Zeitlin, Irving. Ideología y teoría sociológica. Editorial Amorrortu. 2ª edición. 1ª, reimpresión. Buenos Aires, Argentina. 2006.
2.    Gomezjara, FranciscoA. Sociología. Editorial Porrúa. 40ª. Edición. México. 2007.
3.    Delgado de Cantú, Gloria. Historia Universal. De la era de las revoluciones al mundo globalizado. Editorial Pearson. 2ª. Edición. México. 2006
4.    Weber, Marianne. Biografía de Max Weber. Editorial Fondo de Cultura Económica. 1ª. Edición. México. 1997
5.    Weber, Max. Economía y Sociedad. Esbozo de sociología comprensiva. Editorial Fondo de Cultura Económica. Madrid. 2002.

Fuentes de información electrónicas:
2.    http://www.youtube.com/watch?v=WwJAY2tt5d0 Lunes 9, Enero 2012.


[1] Delgado de Cantú, Gloria. ‘’Historia Universal. De la era de las revoluciones al mundo globalizado’’ Pág. 211
[3] Weber, Marianne. Biografía de Max Weber .Pág. 13
[4] Ibídem Pág. 18
[5] Ibídem Pág. 19
[6] Ibídem Pág. 20
[7] Weber, Max. Economía y Sociedad. Pág. 695
[8] Ibídem Pág. 696
[9] Ibídem Pág. 696
[10]Ibídem Pág. 710
[11] Ibídem Pág. 753